Iglesia de Santa María de Eguiarte
Una iglesia románica de bello porte perteneciente al valle de Yerri. Se encuentra a medio camino entre Lácar y Alloz.
El majestuoso perfil escarpado de la pared caliza de Urbasa-Andía enmarca el paisaje circundante, teñido de campos de cereal y colinas. Se trata de una construcción sumida en el misterio, lo enigmático, lo mágico...
El acceso por una pista asfaltada y las edificaciones anejas y ajenas que la rodean impidiendo contemplarla hasta no alcanzar el atrio incrementan el atractivo de este monumento histórico, Bien de Interés Cultural.
Iglesia románica
El atrio
Precisamente el atrio es lo primero que llama la atención. Arcos de medio punto, vigas de madera y columnas rectangulares se asientan sobre un antiguo cementerio cubierto por losas de piedra.
Siéntese tranquilamente y deje que el viento le susurre los secretos del lugar mientras lejanas campanas tañen o alborozados pájaros cantan alegres.
Contemple las diferencias entre la construcción románica y la ampliación barroca o busque símbolos escondidos como la cruz templaria. Las resonancias astronómicas de esta grafía refuerzan la idea de lo arcano del enclave.
Riqueza escultórica
La sencillez románica se mezcla con elementos de gran riqueza escultórica en los capiteles de la portada.
Los dos primeros de la izquierda se atribuyen al escultor de San Miguel de Estella-Lizarra y muestran momentos de la infancia de Jesucristo con una expresividad que apunta hacia maneras protogóticas.
En los de la derecha, se presenta la dualidad del bien y el mal mediante el centauro apuntando con su flecha a las aves monstruosas.
Estilo barroco
La iglesia tuvo consideración de Basílica y de ahí la riqueza constructiva y ornamental con la que fue reformado su interior en estilo barroco en el siglo XVII. De la primitiva fábrica románica se atesoran dos capiteles muy bien conservados. La luz impregna el interior donde resplandecen los retablos cubiertos de pan de oro, finas láminas hechas con el oro de un virrey.
En el retablo mayor destaca la alusión al cielo mediante la presencia de elementos como el sol. Especial mención merece la Virgen de Eguiarte por su cuidado tratamiento. También se le conoce como la Virgen de la Leche por encontrarse amamantando al niño.
Una retorcida escalera medieval de caracol conduce hasta la torre. Vigas de madera, sillar y grandes campanas enmarcadas entre ventanas acentúan el aspecto rural de esta particular cimentación. La panorámica desde las alturas resulta eminente. Deje que su vista se pierda mientras imagina tiempos de batallas como la que acaeció en Lácar en tiempos del Carlismo. Si desea ser testigo de la misma, recuerde que los años pares se revive aquella página de la historia.
Se realizan visitas guiadas
Contacto
Contacto: Charo Apesteguía
Ubicación: entre Lacar y alloz (a 8 km de la A-12)
Precio: 2€ para grupos, otros consultar
Teléfono: (+34) 948536318 / (+34) 646185264
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